¿Quiere ver un mal liderazgo en acción? Preste mucha atención a las señales de advertencia.
En el cambiante mundo empresarial actual, puede ser bastante difícil mantenerse al día con todos los rápidos cambios y demandas. Por ello un buen liderazgo puede marcar la diferencia. Pero no todos los líderes dan en el blanco. Analicemos qué hace que un líder falle y cómo un mal liderazgo puede afectar a sus equipos y organizaciones.
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Falta de visión y planificación estratégica
Algunos líderes se lanzan a sus funciones sin un plan de juego claro. Pueden establecer metas poco claras, administrar mal los recursos o centrarse demasiado en las ganancias inmediatas en lugar del éxito a largo plazo. Especialmente en las pequeñas empresas, tener una visión estratégica es crucial, pero a menudo se pasa por alto. Planificar con anticipación y establecer metas claras y alcanzables puede dirigir el barco en la dirección correcta.
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Tratar a las personas como números
En las estructuras de poder de arriba hacia abajo, los empleados son considerados objetos o gastos en lugar de activos; Hay poca preocupación por su felicidad o bienestar, ya que el motivo para contratarlos fue puramente la productividad y las ganancias. En estas ollas a presión, hay poca evidencia de que los líderes muestren compasión y empatía y vean a los empleados como seres humanos valiosos. Como resultado, encontrará altos niveles de estrés, rotación, ausentismo y agotamiento.
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Sofocar la innovación
En un mundo que cambia constantemente, apegarse a las mismas viejas formas puede frenar a una empresa. Los líderes que se resisten a las nuevas ideas y no alientan la creatividad pueden sofocar el progreso. Aceptar la innovación y estar abierto a nuevos enfoques puede ayudar a la organización a mantenerse a la vanguardia y adaptarse a nuevas oportunidades.
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Gestión inadecuada del talento
Los grandes equipos están formados por líderes que saben cómo atraer, retener y desarrollar el talento. Los malos líderes a menudo enfrentan altas tasas de rotación, equipos de bajo rendimiento y una falta de futuros líderes dentro de la organización. La gestión eficaz del talento consiste en crear un equipo fuerte y resistente que pueda llevar al negocio a nuevas alturas.
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Demasiado ego
Las investigaciones indican que las personas que muestran «orgullo arrogante» son narcisistas, lo que refleja sentimientos de arrogancia y superioridad. También experimentan más conflictos interpersonales e, irónicamente, son propensas a la vergüenza. La verdad es que estas personas perjudican a las empresas de muchas maneras. En mis propias observaciones como coach ejecutivo, he visto estos resultados en líderes que muestran orgullo arrogante:
- Tomar crédito por el trabajo de otras personas, distanciándose así de los demás.
- Exagerar historias y logros porque la simple verdad no recibe suficiente reacción.
- Sentirse con derecho a un trato de estrella debido a su posición o título.
- Falta de responsabilidad y no ejercer una escucha activa y respetuosa.
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Resistencia al aprendizaje y la adaptación
El panorama empresarial está en constante evolución y los líderes deben mantenerse al día. Aquellos que se resisten a aprender cosas nuevas o adaptarse a los cambios pueden volverse obsoletos rápidamente. Adoptar el aprendizaje continuo y estar abiertos a la retroalimentación puede ayudar a los líderes a mantenerse relevantes y liderar a sus equipos de manera efectiva.
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Faltas éticas
Los líderes que tienen un comportamiento poco ético pueden causar un daño grave a su organización. Cuando se toman decisiones cuestionables para obtener ganancias financieras o beneficios personales, los empleados lo saben. Si lo saben, ya ha perdido la batalla por el respeto. Pero si predica con el ejemplo y muestra integridad en su toma de decisiones, eso dice mucho sobre usted como líder.
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Incapacidad para abordar problemas de salud mental
Los líderes deben estar en sintonía con el bienestar de su equipo. Ignorar los problemas de salud mental, no gestionar los conflictos o no fomentar un entorno de trabajo inclusivo puede afectar negativamente al equipo. Abordar los problemas centrados en el ser humano es esencial para crear un lugar de trabajo positivo y productivo, especialmente en entornos de alta presión.
Es importante tener cuidado con estos errores cotidianos. Si nos centramos en estas áreas, los líderes pueden guiar a sus equipos y organizaciones en la dirección correcta para el éxito. Además, es una excelente manera para quienes aspiran a tomar la iniciativa de adquirir las habilidades necesarias para desenvolverse en el desafiante panorama empresarial actual.
Este artículo ha sido publicado originalmente en INC. Ha sido traducido y publicado por GĚRENS en agosto de 2024.
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