De los proyectos de la cartera de minas peruanas, la extensión Antamina y Corani son los más probables de iniciar este año, ya que ya cuentan con casi todos los permisos necesarios, según el Scotiabank de Canadá.
Juntos, los dos involucran inversiones de US$2.700 millones. Sin embargo, es probable que los proyectos Magistral y Romina sufran retrasos, según manifestó el banco.
Scotiabank dijo en un informe que la inversión minera en Perú caerá un 18,5% en 2023 a US$4.370 mn y caerá otro 2,1% en 2024 a US$4.280 mn. La terminación de la mina de cobre Quellaveco, valorada en US$5.300 mn, que implicó inversiones por US$2.380 mn en los últimos dos años, y la falta de nuevos proyectos de gran envergadura, significan que las perspectivas no son alentadoras.
Si bien Quellaveco invertirá US$200 mn en gastos de capital de crecimiento en 2023 como parte de su aceleración, está programado que otros grandes proyectos comiencen a construirse en 2024, mientras que el futuro de los sulfuros de Yanacocha sigue siendo incierto.
El informe de Scotiabank incluye una actualización sobre la inversión minera y el estado de los proyectos para este año.
ROMINA
El proyecto Romina de US$150 mn de Chungar de Volcan involucra un depósito brownfield polimetálico (principalmente de zinc) al norte de Lima. El proyecto se encuentra en etapa de factibilidad y aún está pendiente la aprobación del estudio detallado de impacto ambiental (EIA), presentado en junio pasado.
Según dicho banco, la minera aún está realizando algunas exploraciones. Eso, sumado al EIA pendiente, podría retrasar el inicio del proyecto. La puesta en marcha de Romina estaba prevista inicialmente para finales de 2025. Según un análisis del medio local Ojo Público, el proyecto no enfrenta ningún conflicto social.
EXTENSIÓN ANTAMINA
Según el gerente general de Antamina, Víctor Gobitz, el proyecto de extensión de la vida útil de la mina de cobre y zinc ahora involucra US$2.000 mn, frente a los US$1.600 mn anteriores. El objetivo es extender las operaciones hasta el 2036. Gobitz dijo en una entrevista con Reuters que el aumento se debe a mayores costos, y porque hay ciertas inversiones que las autoridades peruanas creen que deberían agregarse a la cifra de gasto de capital.
La aprobación del EIA aún está pendiente y el gerente general espera que el servicio de certificación ambiental Senace lo apruebe a mediados de 2023. Antamina, propiedad de Glencore (33,75 %), BHP (33,75 %), Teck Resources (22,5 %) y Mitsubishi (10 %), es la mina de cobre más grande de Perú. En 2022 produjo 467.905 t del metal, o el 19% de la producción total del país.
Según Scotiabank, la vida útil de la actual mina vence en 2028, y la empresa no descarta solicitar una prórroga más allá de 2036. Antamina tiene un historial de conflictos sociales, pero por el momento no registra ninguno.
MAGISTRAL
El proyecto polimetálico de Nexa Resources, parte del conglomerado brasileño Votorantim, aún se encuentra en etapa de factibilidad, a pesar de que su construcción estaba programada para comenzar en el Q4 del 22. El EIA de esta iniciativa greenfield en la Región Áncash fue modificado y se encuentra pendiente de aprobación por parte del Senace.
Según el banco, Magistral será uno de los proyectos cuya construcción probablemente se postergue este año, luego de 10 años de exploración. Por ahora, el enfoque de Nexa será Cerro Lindo, en donde recientemente reanudó sus operaciones luego de una suspensión de 12 días debido a las fuertes lluvias, y donde se han encontrado nuevos depósitos.
El gasto de capital de Magistral se calcula en US$493 mn y tendrá una vida útil de 15 años. Nexa espera producir 55.000t/a de cobre, 5.000 t/a de molibdeno y 1.000 oz/a de plata en la mina. El proyecto no registra ningún conflicto social dentro de su área de influencia.
CORANI
Por último, el proyecto de plata Corani de la canadiense Bear Creek Mining está en ingeniería de detalle pero ya cuenta con todos los permisos de construcción y financiamiento, según Scotiabank. Según el Ministerio de Minas y Energía (Minem), la empresa buscaba financiamiento a mediados de enero, cuando Bear Creek elevó la estimación de gasto de capital de US$579mn a US$700mn.
Si bien Bear Creek ya puede iniciar la construcción de la mina, lo que la mantiene en suspenso es que el yacimiento se encuentra en la región de Puno, una de las más afectadas por bloqueos, protestas y represión del gobierno de la presidenta Dina Boluarte. Los problemas en el área no se han resuelto y las minas en esa región, incluida San Rafael de Minsur, tuvieron que detener sus operaciones durante más de un mes este año.
Si la construcción comienza en 2023, las operaciones en Corani deberían comenzar en 2026. El proyecto tendrá una vida útil de 15 años y la producción se estima en 8M oz/a de plata.
Este artículo ha sido publicado originalmente en BNamericas. Ha sido traducido y publicado por GĚRENS en mayo de 2023.
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