La valoración se refiere al proceso de determinar el valor actual de una empresa, inversión o activo. Existen varias técnicas de valoración comunes, como se describe a continuación. Los analistas que quieren asignar un valor a un activo normalmente se fijan en el potencial de ganancias futuras de esa empresa o activo.
Al negociar un valor en una bolsa, los vendedores y compradores dictarán el valor de mercado de ese bono o acción. Sin embargo, el valor intrínseco es un concepto que se refiere al valor percibido de un valor sobre la base de ganancias futuras u otros atributos que no están relacionados con el valor de mercado de un valor. Por lo tanto, la labor de los analistas a la hora de realizar una valoración es saber si una inversión o una empresa está infravalorada o sobrevalorada por el mercado.
Razones para realizar una valoración
La valoración es un ejercicio importante, ya que puede ayudar a identificar valores mal valorados o determinar en qué proyectos debe invertir una empresa. A continuación, se enumeran algunas de las principales razones para realizar una valoración.
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Comprar o vender un negocio
Los compradores y vendedores normalmente tendrán una diferencia en el valor de un negocio. Ambas partes se beneficiarían de una valoración a la hora de tomar su decisión final sobre si comprar o vender y a qué precio.
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Planificación estratégica
Una empresa solo debe invertir en proyectos que aumenten su valor presente neto. Por lo tanto, cualquier decisión de inversión es esencialmente una minivaloración basada en la probabilidad de rentabilidad futura y creación de valor.
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Financiación de capital
Una valoración objetiva puede ser útil a la hora de negociar con los bancos o cualquier otro inversor potencial para obtener financiación. La documentación del valor de una empresa y su capacidad para generar flujo de efectivo mejora la credibilidad para los prestamistas y los inversores de capital.
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Inversión en valores
Invertir en un valor, como una acción o un bono, es esencialmente una apuesta a que el precio de mercado actual del valor no refleja su valor intrínseco. Una valoración es necesaria para determinar ese valor intrínseco.
Enfoques de valoración de empresas
Al valorar una empresa como una empresa en marcha, hay tres técnicas principales de valoración utilizadas por los profesionales de la industria: (1) análisis DCF, (2) análisis de empresas comparables y (3) transacciones precedentes. Estos son los métodos más comunes de valoración utilizados en la banca de inversión, la investigación de capital, el capital privado, el desarrollo corporativo, las fusiones y adquisiciones (M&A), las compras apalancadas (LBO) y la mayoría de las áreas de las finanzas.
A la hora de valorar un negocio o activo, hay tres enfoques diferentes que se pueden utilizar. El enfoque de activos calcula el valor justo de mercado de los activos individuales, que a menudo incluye el costo de construcción o el costo de reemplazo. El método de enfoque de activos es útil para valorar bienes inmuebles, como propiedades comerciales, nuevas construcciones o propiedades de uso especial.
El siguiente es el enfoque de ingresos, siendo el flujo de caja descontado (DCF) el más común. Un DCF es el enfoque más detallado y completo para el modelado de valoración.
El último enfoque es el enfoque de mercado, que es una forma de valoración relativa y se utiliza con frecuencia en el sector financiero. Incluye análisis de empresas comparables y análisis de transacciones precedentes.
Método 1: Análisis DCF
El análisis de flujo de caja descontado (DCF) es un enfoque de valor intrínseco en el que un analista pronostica el flujo de caja libre no apalancado de una empresa en el futuro y lo descuenta hasta el presente al coste medio ponderado de capital (WACC) de la empresa.
Un análisis DCF se realiza mediante la creación de un modelo financiero en Excel y requiere una gran cantidad de detalles y análisis. Es el más detallado de los tres enfoques y el que requiere la mayor cantidad de estimaciones y suposiciones. Por lo tanto, el esfuerzo requerido para preparar un modelo DCF también puede resultar a menudo en la valoración menos precisa debido a la gran cantidad de entradas. Sin embargo, un modelo DCF permite al analista pronosticar el valor en función de diferentes escenarios e incluso realizar un análisis de sensibilidad.
En el caso de las empresas más grandes, el valor de DCF suele ser un análisis de suma de las partes, en el que las diferentes unidades de negocio se modelan individualmente y se suman.
Método 2: análisis de empresas comparables («comps»)
El análisis de empresas comparables (también llamado «comparaciones comerciales») es un método de valoración relativa en el que se compara el valor actual de una empresa con otras empresas similares observando múltiplos comerciales como PER, EV/EBITDA u otros múltiplos.
El método de valoración «comps» proporciona un valor observable para el negocio, basado en lo que otras empresas comparables valen actualmente. Las comparaciones son el enfoque más utilizado, ya que los múltiplos son fáciles de calcular y siempre están actualizados. La lógica sigue que si la empresa X cotiza a una relación P/E de 10 veces, y la empresa Y tiene ganancias de 2,50 dólares por acción, las acciones de la empresa Y deben valer 25,00 dólares por acción (suponiendo que las empresas tengan características de riesgo y rendimiento similares).
Método 3: transacciones precedentes
El análisis de transacciones precedentes es otra forma de valoración relativa en la que se compara la empresa en cuestión con otras empresas que han sido vendidas o adquiridas recientemente en la misma industria. Estos valores de transacción incluyen la prima de adquisición incluida en el precio por el que fueron adquiridas.
Los valores representan todo el valor de una empresa y no solo una pequeña participación. Son útiles para las transacciones de fusiones y adquisiciones, pero pueden volverse fácilmente anticuados y dejar de reflejar las condiciones actuales del mercado a medida que pasa el tiempo.
Más métodos de valoración
Otro método de valoración para una empresa que es una empresa en marcha se denomina análisis de capacidad de pago. Este enfoque analiza el precio máximo que un adquirente puede pagar por un negocio sin dejar de alcanzar algún objetivo. Por ejemplo, si una empresa de capital privado necesita alcanzar una tasa de obstáculo del 30%, ¿cuál es el precio máximo que puede pagar por el negocio?
Si la empresa no continúa operando, se estimará un valor de liquidación basado en la división y venta de los activos de la empresa. Este valor suele estar muy descontado, ya que supone que los activos se venderán lo más rápido posible a cualquier comprador.
Este artículo ha sido publicado originalmente en Corporate Finance Institute. Ha sido publicado y traducido por GĚRENS en octubre de 2023.
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