La inspección en seguridad minera se ha convertido en una de las herramientas más importantes para las consultoras de riesgo que trabajan en obras mineras. GERENS les alcanza seis consejos para mejorar estas inspecciones y lograr que sean más fáciles y efectivas.
En la actualidad, las inspecciones para la seguridad minera son parte de las herramientas disponibles para la gestión de riesgos en esta industria.
Las herramientas de inspección benefician la seguridad al abordar comportamientos específicos de las personas en el trabajo y al fomentar una cultura de seguridad a través de un mayor diálogo y compromiso.
A menudo, el proceso de observación involucra tres etapas:
- Encontrar, abordar y observar el trabajo.
- Conversar los comportamientos observados con las personas o con el equipo que realiza el trabajo.
- Completar un formulario para registrar los comportamientos seguros y peligrosos observados.
Aunque las especificaciones de los programas de inspección varían de empresa a empresa y de obra a obra, existen algunos elementos claves en los que se puede trabajar para lograr que todo el sistema sea más valioso en la mejora de la seguridad.
Este artículo proporciona seis consejos simples para mejorar la facilidad y la efectividad de las observaciones.
1. La conversación es lo que cuenta
El principal valor que se puede encontrar en un proceso de inspección de seguridad es en realidad la conversación que se realiza, no en las observaciones o en los formularios (aunque estos son vitales en el proceso general). Al involucrarse en una conversación sobre seguridad, no solo se aborda algún problema específico que se observó en el trabajo y se da retroalimentación al trabajador, sino que también se hace un hábito pensar y conversar sobre seguridad. Esto es una de las claves más importantes para lograr una gran cultura de seguridad.
El consultor en riesgos debe asegurarse de conversar con las personas que ha observado mientras ejecutan su trabajo. Incluso si todo se hace de forma correcta, aún puede hablar sobre por qué mantienen ciertas costumbres y cuál es su proceso de pensamiento.
2. Formulación de preguntas
No se necesita ser experto en un área particular de trabajo o en la tarea que se inspecciona. De hecho, a veces los mejores observadores son aquellos que no están familiarizados con el trabajo que se lleva a cabo.
La mejor forma de empezar una conversación con la persona que está observando es con esta pregunta: ¿Cuál es el trabajo que estás haciendo? Continúe con otras preguntas para saber qué está pasando, por qué las personas están haciendo ciertas cosas y qué han reflexionado sobre los peligros y la seguridad. Las siguientes preguntas son muy útiles:
- ¿Qué peligros ha identificado en este trabajo?
- ¿Cómo alguien podría salir herido haciendo esta labor?
- ¿Existe un procedimiento para este trabajo?
- ¿Cómo alguien puede salir herido luego de que ha dejado el área?
Al hacer estas preguntas aprenderá más sobre el trabajo y los peligros y puede saber más sobre las razones detrás del comportamiento de las personas. Las inspecciones de seguridad deben ser menos sobre órdenes y más sobre preguntar e involucrar.
3. Enfoque en el comportamiento
Siempre dirigir la atención a lo que puede observarse físicamente (peligros, condiciones ambientales y comportamientos). No converse o asuma sobre cuáles son las actitudes, pensamientos o intenciones de las personas. Las conversaciones como parte de las inspecciones deben centrarse en comportamientos específicos que se observen físicamente y en por qué se piensa que son seguros o no. Si un consultor se centra solo en hechos y comportamientos y hacemos varias preguntas en lugar de dar instrucciones, los trabajadores estarán más abiertos a discutir sobre sus propios comportamientos y a sugerir mejoras.
4. Supervisión en pares
Una gran forma de mejorar la efectividad de las supervisiones es hacerlas con alguien más. Para obtener el beneficio de un par de ojos de apoyo, se recomienda realizar las inspecciones con alguien más que no tenga conocimiento del área. De esta forma, obtiene los beneficios de una mirada imparcial que observa cómo las personas están trabajando. Además, se puede obtener retroalimentación del compañero sobre su propio desempeño al momento de hacer las inspecciones y tener las conversaciones subsecuentes.
5. Inspección a diferentes lugares de trabajo
Para el consultor de riesgos es más fácil hacer inspecciones en el taller más cercano de la obra minera por su proximidad. Sin embargo, es importante salir a diferentes partes de la obra y buscar personas que hacen trabajos que normalmente no se ven, trabajos que son únicos o con los que está poco familiarizado. Además, se recomienda ir a áreas que no se visita con normalidad, como la planta de procesamiento si se trabaja en la mina o viceversa.
6. Felicitaciones necesarias
En las obras donde se realizan inspecciones existe la idea de que su objetivo es atrapar a las personas que están haciendo algo equivocado. Durante las observaciones, el consultor debe asegurarse de también buscar personas que hacen las cosas correctas. Es importante felicitar o proporcionar retroalimentación positiva cuando se note que las cosas se hacen de la manera correcta, los peligros son controlados o ejemplos donde las personas han ido más allá del procedimiento con ideas seguras que han concebido ellos mismos. De hecho, siempre se debe abordar áreas donde hay incumplimiento o donde se necesite mejoras, pero con un poco de retroalimentación positiva en cada observación las personas empezarán a desear ser inspeccionados.
GERENS ofrece el servicio de consultoría especializado en Gestión Integral de Riesgos de Seguridad para la industria minera. Si tiene alguna consulta sobre este u otro servicio de consultoría, escríbanos al formulario de contacto.
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