El consumo de metales ha aumentado junto con el desarrollo de la industria, lo que ha llevado a la extracción de más minerales. Sin embargo, la extracción de minerales también se está volviendo más difícil, en particular porque el sector industrial intenta lograr la neutralidad de carbono para 2050.
Ante estos desafíos, el reciclaje de metales se está convirtiendo en una alternativa importante y práctica a la extracción. El reciclaje no sólo podría ayudar a satisfacer la creciente demanda de metales, sino que también podría ayudar a reducir las emisiones y minimizar otros impactos ambientales, como los desechos.
Según la Agencia Internacional de Energía, el reciclaje de metales y minerales de equipos y chatarra al final de su vida útil (también conocidos como desechos electrónicos) podría ayudar a satisfacer los requisitos de reducción de la oferta primaria en su Escenario de Cero Emisiones Netas para 2050. Sin embargo, existe una disparidad significativa en las tasas y oportunidades de reciclaje entre los diferentes materiales.
El cobre, por ejemplo, tiene una de las tasas de reciclaje más altas en comparación con otros metales. Entre 2009 y 2018, el consumo mundial de cobre promedió 26,7 millones de toneladas anuales, de las cuales el 32% (8,7 millones de toneladas por año) procedía de fuentes recicladas. Incluso si se excluyen los productos defectuosos reciclados durante la producción, la tasa de reciclaje sigue siendo de alrededor del 56% del cobre producido a nivel mundial.
Aun así, esto significa que casi la mitad del cobre producido se descarta en lugar de reciclarse. Aumentar la tasa de reciclaje podría satisfacer una parte significativa de la creciente demanda de cobre de industrias en crecimiento como la inteligencia artificial (IA), los centros de datos, la tecnología de energía limpia y los vehículos eléctricos. Se espera que dicha demanda aumente un 50% para 2040 según el Escenario de Emisiones Netas Cero de la AIE.
El reciclaje de metales permite eliminar los residuos generados durante el proceso de producción. Además, el dióxido de carbono emitido durante la producción de cobre podría reducirse hasta en un 85 % mediante el reciclaje. Sin embargo, lamentablemente, los procesos de reciclaje son difíciles de gestionar y controlar. En 2022, se produjeron aproximadamente 64 millones de toneladas de productos electrónicos que contenían una gran cantidad de cobre en todo el mundo, pero solo se reciclaron 14 millones de toneladas, es decir, el 22 %.
Si no se reciclan adecuadamente, se podrían desechar recursos útiles como la plata, el níquel, el cobalto y el litio, lo que provocaría contaminación ambiental y desperdicio de recursos por parte de los fabricantes de vehículos eléctricos y paneles solares, las mismas industrias que intentan promover tecnologías más respetuosas con el medio ambiente.
Los desafíos del reciclaje de metales y minerales
Existen varias razones por las cuales los valiosos recursos contenidos en los metales desechados a menudo no se reciclan adecuadamente.
En primer lugar, está la complejidad técnica que supone separar metales valiosos de productos compuestos como los productos electrónicos, que a menudo contienen múltiples tipos de metales entrelazados en cantidades minúsculas. Esto hace que la extracción sea difícil y costosa, en particular cuando el proceso requiere instalaciones especializadas o tecnología que no está ampliamente disponible.
Las industrias y los consumidores también pueden no ser conscientes del costo ambiental total que implica desechar metales, desde las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el agotamiento de los recursos. A esto se suma la falta de uniformidad en la infraestructura y la accesibilidad para el reciclaje. Algunas regiones simplemente no cuentan con programas convenientes o eficientes para reciclar metales, lo que significa que incluso los esfuerzos bien intencionados pueden verse obstaculizados por barreras logísticas.
La mera comodidad de la eliminación, combinada con la falta de incentivos para separar los materiales reciclables, puede reforzar una cultura del descarte que mantiene las tasas de reciclaje obstinadamente bajas.
Para aumentar las tasas de reciclaje es esencial garantizar que los productos electrónicos, las baterías, los paneles solares y diversos productos plásticos se reciclen adecuadamente al final de sus ciclos de vida. A continuación, se presentan cuatro estrategias para impulsar el reciclaje en la industria minera y metalúrgica:
- Adoptar un enfoque integral de la circularidad
El reciclaje por sí solo no puede resolver por completo la creciente demanda de materiales ni los desafíos ambientales asociados con la extracción de recursos. Es necesario un enfoque más amplio que haga hincapié en todo el ciclo de vida de los productos. Esto incluye diseñar productos teniendo en cuenta la reciclabilidad, reducir el uso de materiales y extender los ciclos de vida de los productos. Además, fomentar modelos comerciales circulares, como el producto como servicio (cuando los clientes pagan una tarifa recurrente para acceder a un producto en lugar de comprarlo directamente), puede reducir la presión sobre los recursos primarios.
- Avanzando en la tecnología del reciclaje
La tecnología es fundamental para mejorar las iniciativas de reciclaje y hacerlas más eficientes. La robótica y el aprendizaje automático, por ejemplo, pueden optimizar los procesos de clasificación, identificar diferentes materiales y reducir la contaminación en los flujos de reciclaje. Si se invierte en tecnologías de vanguardia, se podría mejorar tanto la calidad como la cantidad de los materiales reciclados.
- Creación de políticas de apoyo
Para fomentar el reciclaje es esencial contar con políticas eficaces. Por ejemplo, los gobiernos podrían introducir subsidios para las empresas de reciclaje y ofrecer exenciones impositivas para apoyar el desarrollo de nuevas tecnologías de reciclaje. También podrían imponer tasas o sanciones a la eliminación de residuos y, al mismo tiempo, promover alternativas ecológicas. El apoyo político debería centrarse en fomentar empresas capaces de recuperar y procesar una amplia gama de materiales.
- Fomentar la colaboración entre múltiples partes interesadas y entre sectores
Para aumentar las tasas de reciclaje de productos que contienen diversos metales y plásticos es necesaria la colaboración entre industrias relacionadas, como la energía, la electrónica, los plásticos y la fundición de metales no ferrosos. Estas colaboraciones podrían ayudar a introducir la trazabilidad en la cadena de valor, por ejemplo, apoyando una recolección, separación y reutilización más eficaces de los materiales, al tiempo que se crea un modelo de negocio más atractivo desde el punto de vista económico para el reciclaje.
Trabajando juntos para promover el reciclaje
En lugar de ser vistas únicamente como una industria de extracción primaria de recursos, las empresas mineras y metalúrgicas pueden ser facilitadoras vitales de todo el ciclo de vida de los metales, desde la extracción inicial hasta el reciclaje eficiente y la reintroducción de materiales en la cadena de suministro. Deberían ver esto como una inversión en prácticas ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) y en la adquisición sostenible de recursos para el futuro.
Las empresas mineras ya están invirtiendo en el reciclaje de metales y minerales para reducir su impacto ambiental, diversificar los flujos de ingresos y abordar la creciente demanda de manera sostenible. Entre los ejemplos de ese liderazgo se incluyen las asociaciones con fabricantes de vehículos para recuperar metales de baterías, el desarrollo de sistemas de reciclaje de circuito cerrado y la creación de redes de reciclaje de desechos electrónicos.
Las empresas mineras y metalúrgicas pueden liderar colaboraciones intersectoriales, trabajando con fabricantes, empresas tecnológicas y gobiernos para establecer normas y prácticas que mejoren la eficiencia del reciclaje de metales y minerales en todos los sectores. Este apoyo integral fomentará un ecosistema de reciclaje más eficaz, que en última instancia beneficiará tanto al medio ambiente como a la gestión de los recursos.
Para la industria minera y metalúrgica, promover el reciclaje será clave, no sólo para mejorar la eficiencia y cumplir los objetivos ESG, sino también para generar confianza en una economía más circular.
Este artículo ha sido publicado originalmente en El Foro Económico Mundial. Ha sido traducido y publicado en GĚRENS en enero de 2025.
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