Sin importar que tu proyecto sea una construcción o una nueva mina, con frecuencia, la evaluación de riesgos es visto como un mal necesario cuando se trata de gestionar y entregar un proyecto. Sin embargo, no debería ser así. La evaluación de riesgos bien dirigida, enfocada y eficiente puede proporcionar enorme valor a todos los participantes, a los gerentes de proyecto y, aún más importante, a los clientes o inversionistas.
Como gerente de proyecto, tu objetivo es obtener la mayor información, la mejor comprensión y mejor gestión de riesgos posible de la manera más eficiente. Esto significa minimizar el tiempo y los recursos requeridos, al mismo tiempo que se maximiza el valor del proceso y de los resultados. Hacer esto requiere un enfoque específico, práctico y experimentado.
A continuación, proporcionamos cuatro consejos para lograr que el proceso de evaluación de riesgos sea más eficiente y de mayor valor añadido.
1. Conoce tu objetivo
Por supuesto, sabes que necesitas hacer una evaluación de riesgos porque es parte del alcance del proyecto o parte de lo que quiere el cliente, pero esto no proporciona suficiente rumbo respecto de lo que deseas lograr con el proceso. Lo primero que necesitas entender con claridad es por qué estás realizando la evaluación de riesgos, qué esperas aprender del proceso y qué riesgos estás tratando de gestionar. Ser claro con los objetivos, las metas y los resultados deseados del proceso permite a todo el equipo apuntar hacia la misma dirección y, en consecuencia, trabajar con tanta eficiencia como sea posible.
2. Planifica con anticipación
Reunir a todas las persona clave del proyecto en una sala por un día o dos puede ser tan difícil como suena. La fecha, la hora y el lugar del taller de evaluación de riesgos debes ser establecidos con tanta anticipación como sea posible. Luego, todos los asistentes deben ser confirmados y se les debe proporcionar un breve resumen de lo que se trata el proceso, qué se espera lograr y por qué su asistencia es importante. Deberás tener presente a tu equipo central en todo el taller y a tus especialistas, que deberán participar cuando se necesite su conocimiento específico. Tener a las personas correctas en la sala es el factor más importante al dirigir una evaluación de riesgos exitosa, productiva y eficiente.
3. Enfócate en el valor, no en las puntuaciones
Si la identificación de riesgos no está completa o no es adecuada, entonces ni siquiera se podrás aplicar las habilidades de gestión de riesgos a los que no se han identificado —un riesgo no identificado es un riesgo no gestionado.
4. No dependas de Excel, piensa de forma analógica
Muchos aman realizar la evaluación de riesgos en Microsoft Excel —con todas sus tablas, formulas y celdas de colorido automático. Sin embargo, aunque las hojas de cálculo sean magníficas para capturar la información y las puntuaciones, son terribles para leer y seguir cuando se proyectan en una pantalla y se desplaza la barra hacia arriba y hacia abajo de forma constante. Las personas pueden pensar mejor cuando ven una lista concisa de lo que están discutiendo.
Así, debes alejarte de la computadora y utilizar una pizarra en tantas partes del proceso como puedas. En particular, la etapa de identificación de riesgos y peligros siempre debe realizarse offline para estimular el pensamiento creativo tanto como sea posible. Nuevamente, un riesgo no identificado es un riesgo no gestionado.
El proceso de evaluación de riesgos es una parte fundamental de la gestión de riesgos. La Escuela de Postgrado GĚRENS ofrece consultoría especializada en Gestión integral de riesgos de seguridad. Si deseas más información, escríbenos a nuestro formulario de contacto.