La minería peruana mejorará su competitividad sólo mediante un trabajo integrado de sus principales actores: Estado, industria y sector académico, a la vez que adopta horizontes de proyección de muy largo plazo, señaló el Dr. Armando Gallegos, director general de la Escuela de Postgrado y presidente del Directorio de GERENS
Durante la ceremonia de graduación de la primera promoción de la Maestría en Gestión Minera en GERENS, el Dr. Gallegos, insistió en la necesidad de trabajar con horizontes de muy largo plazo, entre 15 y 25 años, como lo hacen por ejemplo Canadá, Chile, y Australia. Esto, ha emergido con claridad en los trabajos de prospectiva y planeamiento estratégico del sector que venimos haciendo con el Ministerio de Energía y Minas y con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú, dos instituciones con las cuales tenemos mucha afinidad, dijo.
El futuro del sector minero peruano incluye como posibles algunos escenarios negativos donde la minería no logra aceptación social, no se resuelven temas de minería informal e ilegal, se deteriora la gobernabilidad social y ambiental y no se dan las inversiones en exploración. Sin embargo, por contraste, también se vislumbran escenarios positivos donde se logra aceptación social, se consolida una gobernanza público-privada del sector, se impulsa la investigación y la innovación requerida por la actividad minera y se cubren las brechas de fuerza laboral profesional y técnica que requiere el sector.
“En GERENS, hemos apostado por un escenario positivo en el cual la minería es clave como motor de desarrollo nacional, no solo económico. Esta es la nueva minería, la minería que crea valor económico social y valor ambiental”. Proyectamos que la minería en el Perú evolucionará en los próximos 20 años a estadíos superiores, que ya han alcanzado otros países: tendremos más minería y mejor minería y también se desarrollará una plataforma fuerte de bienes y servicios mineros, explicó el Dr. Gallegos.
En el futuro se afrontará básicamente el cambio, la innovación, la disrupción tecnológica, y otras demandas de gestión socio-política. Y para ello, se va requerir de mucha claridad en la visión estratégica, liderazgo, decisión y las competencias gerenciales adecuadas, concluyó.