Para viabilizar proyectos y dar sostenibilidad a las operaciones
La complejidad de la problemática social – política – ambiental de los proyectos y operaciones extractivas en nuestro país, merece un análisis interdependiente y multidimensional. Es insuficiente y precario plantear alternativas de solución sin identificar cómo influyen de modo subyacente diversas disciplinas de las ciencias sociales y económicas.
Debemos tener en cuenta que el relacionamiento en contextos sociales dinámicos, politizados, económicamente deprimidos, excluidos de casi todo tipo de modernidad y con un sentimiento colectivo de frustración y desengaño, debe considerar varias aproximaciones conceptuales, de manera interdependiente.
Así se hace necesario una aproximación desde diversos ángulos y perspectivas para poder “dar en el blanco” y sofocar intentos desestabilizadores, que suelen atentar contra proyectos que tanto requiere el país para su crecimiento económico y desarrollo sostenible.
No es muy sabio identificar una oposición debido a una o dos causas. Sería simplista, por ejemplo, decir, que las crisis sociales se han dado por una escasa comunicación entre empresa y comunidad; o que todo se debe solamente a la pobreza económica. Tampoco es productivo sesgarnos sobre los orígenes de tales crisis.
Aquí hay factores multidimensionales que tanto el Estado (en todos sus niveles) como el sector corporativo y la sociedad civil responsable, pueden abordar, productivamente, para la búsqueda de un desarrollo armónico que persiga el beneficio corporativo de la mano con el bien común.
Es así que, desde nuestro punto de vista, para estos procesos, deberíamos incorporar seis (6) aproximaciones para enfrentar el conflicto y prevenir las crisis sociales – políticas – ambientales. Tenemos que abordar perspectivas antropológicas, sociopolíticas, neurocientíficas, comunicacionales, económicas y la normativa de estándares globales.
Todo esto, sin embargo, de manera complementaria a la profundización teórica de la necesidad del fortalecimiento de una institucionalidad formal; la consolidación de la gobernabilidad local, regional y nacional; la búsqueda de una legitimidad de los actores y sus propuestas; la presencia activa y continua del Estado; el reconocimiento de una colisión de capitales sociales, físicos, financieros, humanos y económicos; entre otros temas que están presente en la relación empresa – comunidad.
Aquí se aborda específicamente la gestión del relacionamiento. Los aspectos estructurales de la institucionalidad la abordaremos en un próximo artículo.
Les alcanzo una breve síntesis de tres aproximaciones conceptuales que considero no deben perderse de vista ni por las empresas ni por el Estado en todos sus niveles. Es solo un resumen de lo que profundizaré en mi próximo libro. Otras tres aproximaciones se verán en la próxima entrega de este texto.
La aproximación antropológica
Uno de los aspectos conceptuales que he visto muchas veces menospreciado, al momento de analizar a profundidad los conflictos sociales, es el referido al componente antropológico. Si reconocemos que la antropología social afirma que las sociedades humanas contemporáneas, tienen un fuerte arraigo ancestral, el cual determina muchos de sus comportamientos actuales, entonces deberíamos incorporar este enfoque en nuestros diversos análisis de la gestación de conflictos sociales.
Recuerdo muchos casos particulares que me han despertado especial interés como la wilancha (ceremonia de pago a la tierra donde se sacrifica un camélido sudamericano) en las comunidades aymarás para obtener un permiso de agua para una importante empresa minera en el sur del país. Otro caso emblemático es el sistema de seguridad, vigilancia y ajusticiamiento de los ronderos en Cajamarca quienes regulan las asambleas comunales, castigan las faltas de respeto de sus propios comuneros y ejercen cierto mecanismo de presión a los interlocutores foráneos que participan en estas asambleas. Muchas veces han sido estos ronderos, quienes por acuerdo comunal fungen de una especie de poder policiaco y, eventualmente de verdugos. En las comunidades nativas ashaninka o machiguenga también tienen sus propias valoraciones y costumbres dignas de reconocer y valorar con la finalidad de gestar un sólido relacionamiento.
La aproximación sociopolítica
Cuando nos vinculamos con grupos humanos, sea cual fuere su origen o sistema de vida, existe un modo particular de organización y un proceso específico de toma de decisiones. Es sabido que las comunidades tienen un esquema propio, legal y legítimo de gobierno, que obliga a sus bases a procesos políticos, los cuales no están alejados de algunas injerencias e intereses de gobiernos locales o regionales. Incluso abundan “asesores” interesados en determinados procesos, que no del todo resultan ser colectivos.
No advertir los intereses y procesos políticos alrededor de este sistema de relacionamiento es enfrentarnos con candidez y escaso sentido estratégico. En este espacio se procesa o utiliza a las percepciones, expectativas e intereses que condicionan cierto comportamiento colectivo. Lo social y lo político suelen ser, muchas veces, parte del detonante de una crisis previsible. Estudiar el entorno y sus actores es tan vital como reconocer su historia colectiva más ancestral.
Aproximación Neurocientífica
Durante los últimos años, la neurociencia ha tenido importantes avances, tanto así que algunos autores la han vinculado con la gestión empresarial para dar nacimiento al neuromanagement. Pero, puntualmente, ¿qué tienen que ver las neurociencias con la gestión social o las relaciones comunitarias? ¿Por qué incorporarla como una aproximación conceptual, imprescindible de adquirir, para un efectivo relacionamiento? ¿No es suficiente el management tradicional para abordar estos procesos de relacionamiento?
En efecto, ese es el tema en cuestión: el management tradicional no alcanza. En su nivel corporativo, la neurociencia es la base teórica y conceptual para el neuromanagement. ¿Qué es el neuromanagment? No es nada más que la consideración y aplicación de las neurociencias a la gestión empresarial.
“Es la disciplina que explora los mecanismos intelectuales y emocionales vinculados con la gestión de las organizaciones y personas a partir del desarrollo de la neurociencia cognitiva. Apunta no solo a mejorar las metodologías de investigación, sino también, y fundamentalmente, al diseño de técnicas destinadas a potenciar la capacidad de visión de negocios mediante el desarrollo de inteligencia personal y organizacional” (Neuromanagement, Nestor Braidot)
Es aquí, entonces, donde encontramos el vínculo con nuestro quehacer y preocupación. Esta combinación de la neurociencia con la sicología abre unidades de análisis bastante detalladas a nuestra preocupación con la gestión social de la industria extractiva. Todas, sino la mayoría de empresas investigadas, incorporan poco o casi nada, de estos temas neurocientíficos, en su gestión. Y creemos que es una grave omisión que desencadenan, muchos de los problemas de relacionamiento, tanto interno, como externo, para la gestión social con las comunidades.
Seis aproximaciones conceptuales a la Gestión Social [Parte II]
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