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Raúl Alfredo Alcántara Castillo y su experiencia como alumno en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT)

 

Estudiar en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT); sobre todo, para un peruano como Raúl Alfredo Alcántara Castillo, de apenas 19 años de edad, no es sólo un sueño sino una posibilidad de concretar proyectos.

 

Raúl, hace poco estuvo en Lima, invitado por GĚRENS, para contarnos su experiencia como estudiante de pre grado en una de las mejores universidades del mundo en ciencias y tecnología, donde cada año postulan más de 100 mil alumnos. Sin duda, él tiene el privilegio no solo de haber ingresado sino de estar próximo a culminar exitosamente sus estudios.

 

Tras contar su paso por el Colegio Saco Oliveros, proveniente de Barranca, y de cómo su madre lo ayudó y motivó para seguir sus estudios secundarios; ahora, piensa, además, en desarrollar proyectos que contribuyan a solucionar uno de los grandes problemas del país: la educación.

 

Fue algo que no me lo podría haber imaginado, cuando estaba en Barranca, estudiando en un colegio público, eso era algo inimaginable”, cuenta Raúl, cuando se enteró que ingresó al MIT. Gran parte de ese logro se lo debe al colegio Saco Oliveros, a su participación en las Olimpiadas Internacionales de Matemática, al apoyo y confianza que le tuvieron sus padres y hermanos. Esto le sirvió de motivación para asumir ese gran reto.

 

Su experiencia en el MIT, es única, como lo describe: “Definitivamente es algo que me gusta, o sea, todas las clases. Es bastante difícil que alguien haga las tareas por sí solos”, precisa al describir que tienen todo un sistema para desarrollar sus trabajos o tareas, donde se encuentran con sus amigos y se integran todos.

 

Nos dice que antes no había desarrollado actividades extracurriculares, pero que gracias a estas en el MIT, ha descubierto que le gusta la actuación. «Recuerdo que me gustaba la danza y ahora estoy en estos grupos de danzas», declara con mucha emoción.

 

Asimismo, nos comentó que en la universidad hay muy pocos latinos. A nivel internacional postulan cerca de 4 mil alumnos, y que solo ingresan 100 por año, en su mayoría estudiantes de países asiáticos. Explica que es bastante difícil ingresar, incluso se sorprendió cuando se enteró de la grata noticia: hasta tuvo que actualizar la página del MIT varias veces para asegurarse que era verdad lo que estaba sucediendo.

 

«Es definitivamente una experiencia que no voy a olvidar, un lugar en el cual puedes encontrar un montón de gente que está bastante comprometida y que le gusta lo que hace y lo que estudia. Conversar con personas así es increíble, es algo que estoy viviendo y me parece genial», nos dice con mucho entusiasmo, Raúl.