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Por qué las habilidades blandas son cada vez más importantes para las empresas Por Riccarda Zezza

Los empleadores desean con ahínco las habilidades interpersonales, la empatía y la resiliencia a medida que buscan la recuperación empresarial. Riccarda Zezza analiza cómo se pueden desarrollar estas “habilidades blandas» en la vida diaria.

 

Con los avances en materia de transformación tecnológica y los cambios en las prioridades sociales, los trabajos están en constante evolución, lo que significa que ahora es casi imposible aprender una habilidad y establecerse en una carrera de por vida. La pandemia ha agregado otro giro al tema, pero ya se estableció un cambio rápido.

 

Según una encuesta de McKinsey, el 87% de las empresas está experimentando brechas de habilidades o esperan que haya dentro de unos años, y este tumultuoso mercado laboral ha dado lugar a un nuevo deseo de los empleadores de reemplazar los conjuntos de habilidades tradicionales con habilidades blandas.

 

Las habilidades blandas no son específicas de un solo trabajo y dejan a los trabajadores bien preparados para un panorama que cambia rápidamente donde la adaptación a las nuevas tecnologías y entornos será fundamental. El factor diferenciador clave es que este no se relaciona con el trabajo que uno realiza, sino con cómo uno trabaja. Ello Incluye las habilidades interpersonales, habilidades basadas en las emociones, como la empatía y la resiliencia, además de la gestión del tiempo, la comunicación asertiva y muchas más. 

 

La encuesta anual de directores ejecutivos de PwC de 2020 habla en profundidad sobre la creciente necesidad de habilidades blandas para abordar la inminente brecha de habilidades, y una conclusión clave es que las organizaciones necesitan desarrollar habilidades transferibles que seguirán siendo importantes aunque la tecnología cambia el lugar de trabajo.

 

Las habilidades necesarias hoy para hacer frente al mañana son: la creatividad, la resolución de problemas y la comprensión de cómo se puede utilizar la tecnología digital. Carol Stubbings, líder global conjunta de la práctica de personas y organizaciones de PwC, lo expresa bien: «Se trata de personas, no de trabajos, porque los trabajos cambiarán o ya han cambiado».

 

Mirando específicamente a un país, es posible que los efectos perjudiciales de esta brecha de habilidades se cuantifiquen financieramente. Un informe de la Foundation for Young Australians muestra que las habilidades que los profesionales de hoy están aprendiendo no serán de utilidad en una década, por lo que su director ejecutivo, Jan Owen, cree que las habilidades blandas serían más importantes de aprender. A pesar de la inversión anual de 91.000 millones de dólares de Australia en educación y formación, todavía hay un número significativo de jóvenes que no encuentran trabajo debido a esta causa, lo que afecta la economía del país en 4.500 millones de dólares al año.

 

Acelerando el cambio

Sin duda, la Covid-19 también juega un papel importante en esta transformación. La pandemia y la posterior paralización están acelerando la automatización y digitalización de muchas industrias, lo que significa que un panorama profesional impredecible y en constante cambio se ha convertido en una realidad.

 

Los empleados pueden sobrevivir enfocándose en sus habilidades blandas adaptables, y los empleadores, de la misma manera, pueden sobrevivir invirtiendo en su gente y haciéndolas resistentes al caos. Las empresas deberían preguntarse: «¿tenemos las capacidades para prosperar en la nueva normalidad?»

 

El elemento emocional de las habilidades blandas es más importante que nunca debido a esto. Con la fuerza laboral que enfrenta un mayor estrés a través del trabajo remoto y la incertidumbre laboral, las organizaciones deben asegurarse de que los empleados se sientan cuidados y valorados. Por su parte, los empleados deben demostrar que pueden actuar con simpatía y compasión hacia los clientes, proveedores y compañeros de equipo.

 

En Lifeed, se realizó una investigación en la que participaron más de 1.500 empleados, de empresas europeas como EY y Kia, sobre sus actitudes hacia el trabajo en régimen de cuarentena. Los resultados indicaron una fuerza laboral sumamente consciente de las emociones: El 83% esperaba que su empresa permitiera espacio para el cambio al regresar del encierro, mientras que el 69% esperaba que su empresa promoviera espacio para los pensamientos y sentimientos de las personas para facilitar el regreso a la oficina.

 

Esto también refleja la importancia de las habilidades blandas para los líderes principales. A los líderes empresariales tradicionales a menudo se les ha considerado obsesionados con el resultado final, a pesar de lo fácil que es trabajar con ellos, pero ahora los líderes también deben ser emocionalmente inteligentes y altamente éticos, lo que algunos denominan el Nuevo Alfa.

 

Fomentar las habilidades blandas

Entonces, ¿cómo se desarrollan y nutren las habilidades sociales? El hecho es que la vida misma y las experiencias que atravesamos son el caldo de cultivo para las habilidades blandas. Por ejemplo, convertirse en padre desarrolla habilidades como la autoconciencia, la gestión del tiempo y la resolución de problemas complejos, mientras que el cuidado de un familiar mayor desarrolla la paciencia, la comunicación y la autoconfianza.

 

Pasar por la experiencia de la cuarentena también ha entrenado habilidades blandas en todos nosotros, como la autodeterminación, la flexibilidad y la empatía. La clave es hacer que los empleados reflexionen constantemente sobre dónde se pueden aplicar las habilidades que utilizan al contexto laboral.

 

Por ejemplo, una empresa trabaja para conseguirlo a través de programas de formación digital. La sucursal italiana de Danone implementó un programa para nuevos padres con el objetivo de reflexionar sobre las habilidades blandas aprendidas durante esta experiencia y encontró aumentos cuantificables en varias habilidades, incluida la toma de decisiones (+ 15%), la delegación (+ 35%), la gestión de situaciones complejas (+10 %), empatía (+ 35%) y agilidad mental (+ 20%).

 

Está claro que las habilidades sociales se están volviendo absolutamente esenciales para la fuerza laboral de hoy y, de hecho, del mañana. Al centrarse en estos y considerar cómo se pueden aplicar a las tareas laborales, tanto los empleadores como los empleados pueden estar preparados para la incertidumbre que se avecina.

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