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Lineamientos de un modelo integral de gestión social para la industria extractiva

Cuando hablamos de un modelo integral, nos referimos a que éste debe incorporar varios componentes dentro de él. Este modelo debe funcionar como un microsistema e involucrar a las diversas áreas dentro de la compañía. Estas áreas, vistas como componentes del microsistema, deben articularse de manera interdependiente, en función al contexto y la dinámica sociopolítica en la que cohabitan. Por ello, no va a ser lo mismo diseñarlo y desarrollarlo para una compañía que opera en sierra como para otra que opera en selva. Ni tampoco lo será para una empresa junior, dedicada a explorar, en comparación a una gran corporación como Río Tinto, Anglo American o Glencore, para mencionar algunas. Esto se explica por la magnitud de las operaciones. Pero en esencia, todas las empresas deben recoger los lineamientos generales para adecuarlos a su dimensión. Sin embargo, lo más importante es que este modelo deberá estar incluido en el sistema integrado de gestión de la compañía. Y este sistema integrado de gestión deberá incorporar como “sombrero” una política de sostenibilidad.

Aquí alcanzamos algunos lineamientos gráficos de cómo vemos uno de estos diseños. Por lo menos, los lineamientos generales. Puede y debe acondicionarse de acuerdo a la dimensión y contexto de cada operación:

El modelo debe liderar una propuesta estratégica relacionada en dos niveles, uno con los objetivos corporativos y otro con los desafíos de implementación operativos de la unidad de negocio. Esto significa que su ejecución debe centrarse, por un lado, en una apuesta por la sostenibilidad aunado al mantenimiento de la reputación de la marca y; por otro lado, en la obtención de licencias y permisos y todo lo que tenga que ver con la gestión de compromisos vinculados a los EIAs, por ejemplo. Claro está, de ser una operación consolidada, el desafío de mantenimiento operativo también pasa por un esquema similar.

Nos atrevemos a formular algunos objetivos tipo. Estos objetivos, en el marco de una política de sostenibilidad, deberán guiar el desempeño social de la compañía. Sin embargo, recuérdese que esto está en función al interés, dimensión, propósito y cultura organizacional de cada empresa. Los grandes objetivos podrían ser los siguientes:

Las áreas involucradas en estos objetivos deben ser las siguientes: gerencia o área de comunicaciones; gerencia o área de relaciones comunitarias; gerencia o área de desarrollo social sostenible; y gerencia o área de asuntos públicos.

Donde el área de Relaciones Comunitarias lleva el peso y la responsabilidad de los siguientes procesos:

El área de Desarrollo Social Sostenible llevaría los siguientes procesos:

El área de Comunicaciones Estratégicas se encarga de:

El área de Asuntos Públicos es la responsable de:

Será la gerencia corporativa de estos asuntos la que diseñe y acompañe de manera planificada y con un enfoque integrador la gestión operativa de estos procesos que son más eficientes si están unidos a un solo nivel de reporte.

Lo que he visto en mi experiencia profesional, en diversas organizaciones de clase mundial, es que cuando cualquiera de estas áreas responde a direcciones distintas, el proceso se hace más lento, ineficiente y burocrático, exponiendo a la compañía a riesgos innecesarios, retrasos de los cumplimientos y gestación de acciones críticas. Entonces, en industrias extractivas la Gestión Social debe incorporar relacionamiento comunitario, comunicaciones estratégicas, desarrollo sostenible y un acompañamiento cercano y directo de los asuntos públicos de la compañía.

Ahora bien, existe una recomendación adicional que tiene que ver con la gestión del conocimiento. Mucha información se pierde en el tiempo y se va con los profesionales que rotan en un mercado altamente dinámico y competitivo, como lo es el mercado de profesionales del sector extractivo. El diseño, formulación y desarrollo de los programas, proyectos y planes de gestión social, sean cuales fueren, deben estar sistematizados, publicados y compartidos con niveles de acceso específicos en toda la compañía. Solo esto garantiza las lecciones aprendidas, los reportes anuales con capacidad histórica y la revisión de los principales hallazgos de eficiencia y eficacia corporativa.

Mucha inversión social hemos visto pasar y pocos resultados concretos sostenibles. Esta experiencia de gestión del conocimiento puede hacernos ver en retrospectiva (con una ayuda a la prospectiva) lo que se hizo desde la compañía en procesos sociales y cuán bueno o malo fueron estos procesos para la legitimación, el propio desarrollo local, así como la sostenibilidad de las operaciones futuras y el entorno.

Un esquema que incorpore estos componentes arriba mencionados, bastante bien acotados, en función al alcance y metas va a garantizar un escenario de convivencia más armonioso. Y lo que es mejor, va a trascender la lógica de la responsabilidad social corporativa en hechos concretos con carácter de sostenibilidad.

Es importante no perder de vista que todo este esquema solo va a ser viable si está amparado en una voluntad política férrea de sus directivos, más allá del discurso y la necesidad de marketing promocional. Por otro lado, la gestión social debe estar a cargo de una gerencia autónoma, con peso específico y bajo la tutela y coordinación de una dirección corporativa de asuntos sociales, ambientales y/o comunicacionales que marque la pauta y defina los lineamientos de política a seguir en la ejecución de los programas y proyectos con enfoque de sostenibilidad.

Aquí hay un gran desafío corporativo, ya que se recomienda que los procesos de desarrollo local también sean vistos como parte de una preocupación genuina de la compañía, más allá de las acciones orientadas a la conservación o dimensionamiento de la reputación corporativa. Este es un aspecto que siempre ha estado ausente. Lo que hemos hecho, en cuanto a desarrollo, ha estado desarticulado de los planes concertados de desarrollo local.

Como pueden verificar, este modelo propuesto obliga a la empresa a integrar los temas del relacionamiento comunitario con los procesos de desarrollo sostenible y aquello que tiene que ver con comunicaciones estratégicas bajo un solo liderazgo.

Recuérdese que cuando hablo de este modelo puede aplicarse a cualquier dimensión de una empresa extractiva, adecuando su alcance, pero sin perder de vista su gestión a través de una sola dirección que los aglutine.

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