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El Debate sobre el Futuro del Gas Natural en el Perú: La necesidad de acciones urgentes por parte del Estado para reactivar la exploración de mayores recursos gasíferos

El pasado 30 de julio de 2024 el Diario Gestión publicó un artículo titulado “Gas natural en dilema: las cifras entre la producción y la demanda”. En este artículo, se cita al Dr. Arturo Vásquez Cordano, Profesor Principal y Director de Investigación de la Escuela de Postgrado GĚRENS, y exviceministro de Energía, quien ofrece un análisis detallado sobre las causas detrás de la caída en la producción de gas natural en el Perú y subraya la urgencia de invertir en la exploración de nuevos yacimientos.

La consultora internacional Arthur D. Little (ADL) señaló que la matriz energética del Perú, históricamente dominada por combustibles derivados del petróleo, está experimentando una transformación significativa en los últimos diez años. En este período, el gas natural ha incrementado su participación en la generación de energía, superando incluso a la hidroelectricidad, que tradicionalmente ha sido una de las principales fuentes de energía eléctrica del país. Esta situación refleja el impacto del cambio climático sobre las fuentes renovables como la energía hidráulica, eólica y solar, así como un realineamiento de las prioridades energéticas del Perú que ha sido promovido por la disponibilidad de los recursos de gas natural de Camisea y por una creciente demanda interna que ha impulsado la generación termoeléctrica.

En su último informe, la consultora ADL proyectó también un notable incremento en la demanda de gas natural para los años 2024 y 2025. En el año 2023, el consumo de gas natural proveniente de Camisea alcanzó los 320 petajoules (PJ), lo que representó un crecimiento del 12.5% en comparación con el 2022. Para el año 2024, ADL proyecta un consumo de 400 PJ, marcando un aumento adicional del 11.1% respecto al año anterior. Mirando hacia el año 2025, las proyecciones indican un consumo de 440 PJ, lo que supone prácticamente el doble del nivel registrado en el 2022.

Sin embargo, a pesar del incremento sostenido en la demanda, la producción de gas natural ha mostrado una tendencia a la baja. Los datos de Perúpetro revelan que, entre enero y mayo del año 2024, la producción diaria de gas natural fue de 1,336 millones de pies cúbicos, lo que representa una disminución del 4.76% en comparación con el mismo período del 2023. Esta caída en la producción se debe principalmente a la reducción en la extracción de gas en los lotes 88 y 56, que son claves en la estructura de abastecimiento energético del país.

El Dr. Arturo Vásquez, experto en el sector energético, destacó que el aumento en la demanda de gas natural, proyectado por la consultora ADL para los años 2024 y 2025, responde a dos factores principales. Primero, el Fenómeno de “La Niña” ha generado un déficit de lluvias, lo que ha reducido la producción hidroeléctrica y ha aumentado la dependencia del gas natural como fuente de energía de respaldo térmico. La generación termoeléctrica basada en gas natural ha brindado confiabilidad al suministro de energía dentro del Sistema Eléctrico Interconectado Nacional (SEIN) en este contexto de estrés hídrico, lo cual ha permitido minimizar el tiempo de despacho de centrales térmicas a diésel y evitar el incremento abrupto de los costos marginales de energía en el mercado spot. Segundo, la reactivación económica del país ha impulsado un mayor consumo energético, lo que también incrementa la demanda de gas natural.

Sin embargo, la preocupación central del Dr. Vásquez no se enfoca solo en el corto plazo, sino también en las perspectivas a largo plazo. La falta de inversiones para la exploración de nuevos yacimientos de gas natural es un desafío crítico que podría comprometer la seguridad energética del Perú a futuro. En la actualidad, no se están realizando nuevas inversiones en exploración en los yacimientos de Camisea, ya que el consorcio responsable ha cumplido con sus compromisos de inversión. Según el Dr. Vásquez, es fundamental que Perúpetro inicie negociaciones con el Consorcio de Camisea para asegurar la continuidad de la producción de gas natural más allá del año 2040, especialmente considerando la necesidad de contar con contratos de suministro de gas de largo plazo para proyectos estratégicos como el desarrollo de plantas petroquímicas de urea y nitrato de amonio para la producción de fertilizantes, explosivos y otros productos industriales de valor agregado.

Por lo tanto, el Dr. Vásquez recomienda que Perúpetro impulse a muy corto plazo procesos de licitaciones competitivas a nivel internacional para atraer al país a empresas petroleras de clase mundial, las cuales puedan tener interés en explorar nuevos lotes con potencial gasífero para incrementar la probabilidad de hallazgo de nuevas reservas de gas natural dentro del territorio nacional.

Finalmente, el Dr. Vásquez subrayó la importancia de incentivar la inversión en exploración, particularmente en regiones con alto potencial gasífero, como Cusco, Madre de Dios y Puno. Entre enero y mayo de 2024, de los US$ 142 millones invertidos en el sector de hidrocarburos, solo un millón de dólares se destinó a exploraciones. Esta situación genera un alto riesgo para la seguridad energética del país a largo plazo, pues la falta de nuevas reservas de gas natural podría limitar la capacidad del Perú para satisfacer su creciente demanda energética en los próximos años.

de centrales térmicas a diésel y evitar el incremento abrupto de los costos marginales de energía en el mercado spot. Segundo, la reactivación económica del país ha impulsado un mayor consumo energético, lo que también incrementa la demanda de gas natural.

Sin embargo, la preocupación central del Dr. Vásquez no se enfoca solo en el corto plazo, sino también en las perspectivas a largo plazo. La falta de inversiones para la exploración de nuevos yacimientos de gas natural es un desafío crítico que podría comprometer la seguridad energética del Perú a futuro. En la actualidad, no se están realizando nuevas inversiones en exploración en los yacimientos de Camisea, ya que el consorcio responsable ha cumplido con sus compromisos de inversión. Según el Dr. Vásquez, es fundamental que Perúpetro inicie negociaciones con el Consorcio de Camisea para asegurar la continuidad de la producción de gas natural más allá del año 2040, especialmente considerando la necesidad de contar con contratos de suministro de gas de largo plazo para proyectos estratégicos como el desarrollo de plantas petroquímicas de urea y nitrato de amonio para la producción de fertilizantes, explosivos y otros productos industriales de valor agregado.

Por lo tanto, el Dr. Vásquez recomienda que Perúpetro impulse a muy corto plazo procesos de licitaciones competitivas a nivel internacional para atraer al país a empresas petroleras de clase mundial, las cuales puedan tener interés en explorar nuevos lotes con potencial gasífero para incrementar la probabilidad de hallazgo de nuevas reservas de gas natural dentro del territorio nacional.

Finalmente, el Dr. Vásquez subrayó la importancia de incentivar la inversión en exploración, particularmente en regiones con alto potencial gasífero, como Cusco, Madre de Dios y Puno. Entre enero y mayo de 2024, de los US$ 142 millones invertidos en el sector de hidrocarburos, solo un millón de dólares se destinó a exploraciones. Esta situación genera un alto riesgo para la seguridad energética del país a largo plazo, pues la falta de nuevas reservas de gas natural podría limitar la capacidad del Perú para satisfacer su creciente demanda energética en los próximos años.

Lima, 12 de agosto de 2024.

Dirección de Investigación

Escuela de Postgrado GĚRENS

El artículo completo se encuentra disponible aquí