En este artículo se discutirán dos términos muy comunes que se emplean en las obras mineras y en las empresas mineras: presupuesto y pronóstico. Por eso, es importante que los líderes mineros los dominen bien. Se discutirá lo que cada término significa y en qué se diferencian.
Es muy probable que a los líderes mineros se les pida preparar o tener un análisis del presupuesto o del pronóstico, por eso es importante entender la diferencia.
El presupuesto y el pronóstico están muy relacionados: ambos son términos para describir un plan con miras al futuro. Este plan puede ser sobre cifras financieras, números de producción, niveles de personal, costos de capital o cualquier otra medición.
El presupuesto y el pronóstico son todo lo que esperamos y planificamos hacer en el futuro. En la práctica, ambos cálculos lucen igual; a menudo, son una serie de cuadros o documentos que contienen todos los números previstos para cada medida relevante, descompuestos en periodos mensuales o anuales.
1. Presupuesto
El presupuesto es un conjunto de expectativas establecidas antes del inicio de un periodo particular. El presupuesto precisa los costos esperados para un periodo que aún no ha empezado. Por ejemplo, al desarrollar el presupuesto para el 2017, se debería tenerlo listo a finales del 2016 con el objetivo de finalizarlo y cerrarlo antes de que empiece el 2017.
Preparar el presupuesto minero anual puede tomar hasta seis meses. Empieza con los planes y los cronogramas de la mina y luego se calcula el capital esperado y los costos operativos necesarios para alcanzar estos planes.
Es común en las empresas mineras utilizar presupuestos anuales, que cubren en gran detalle el año que viene. A menudo, los documentos del presupuesto también miran más allá, con planes menos precisos que se extienden hasta cinco años en el futuro (e incluso la vida de la mina).
2. Pronóstico
A esto se le puede llamar un pronóstico trimestral. Así, siguiendo el ejemplo anterior, en marzo del 2017 se observarán los costos y las cifras de producción reales en lo que va del año (ej. enero-marzo) y luego se pronosticarán las cifras para lo que resta de ese año (abril-diciembre).
El pronóstico siempre es combinado con las cifras ya alcanzadas con el fin de obtener los resultados esperados para el periodo completo.
Cuando se hace un pronóstico, no se desecha el presupuesto, ya que aún es importante para remitirse al plan original y compararlo para ver cómo se desempeña la empresa. El presupuesto tal vez ya había sido aceptado en toda la empresa y a menudo aún se espera que la mina se ciña a esta previsión incluso si las cifras del pronóstico han cambiado. El pronóstico proporciona a los directivos un indicio de cómo se monitorea el plan presupuestario.
3. Presupuesto frente a pronóstico
El presupuesto y el pronóstico son en gran parte similares y, a menudo, idénticos en el tipo de números que están midiendo (toneladas, soles, incidentes).
Con frecuencia, el presupuesto es mucho más detallado y puede contener gran cantidad de informes escritos en los cuales se apoya y se justifica ante la sede central. A menudo, los pronósticos solo se centran en los números y en cualquier cambio significativo en las suposiciones hechas en el presupuesto original.
La diferencia clave en el presupuesto y el pronóstico es que el presupuesto se hace antes del inicio del periodo y el pronóstico es una actualización hecha durante el periodo.
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Artículo traducido y adaptado de Quickbooks Intuit