Quien tiene el oro, establece las reglas. Esto parece el lema del 2020, ya que una confluencia de factores hace que analistas anuncien a este como el «año dorado» para la industria minera.
Tres décadas de menguantes descubrimientos de minas de oro combinados con una mayor demanda industrial del mineral en numerosas industrias ha puesto un piso serio bajo el reciente aumento del precio del oro.
El impacto de la COVID-19 y un mercado global de tasas de interés cercanas a cero marca una imagen muy optimista para los precios del oro, así como la demanda de refugio seguro. Tres décadas de subinversión y sobrerregulación han resultado en una escasez de nuevos descubrimientos económicos, incluso cuando la demanda de nuevas fuentes comienza a devorar inexorablemente más de la producción global finita.
El precio del oro subió un 18,4% en 2019 y aumentó aproximadamente un 44% desde los mínimos de 2018. Incluso muchos analistas han visto cómo el oro ha subido a $ 3,000 y llegado a $ 10,000 por onza.
El oro no ha visto este nivel de variación de precios desde 2010: Un aumento de 18.4% en términos de dólares estadounidenses el año pasado y casi un aumento de 44% desde el reciente mínimo de $ 1202.44 en septiembre de 2018. Una poderosa combinación de compra de refugio seguro, políticas de tasas de interés altamente acomodaticias de la Reserva Federal hasta 2022 (casi cero) y el espectro inminente de la COVID-19 que acecha el mercado de valores han enviado a muchos inversores de regreso al metal amarillo.
El repentino aumento de la demanda de oro en la industria minera durante la pandemia del coronavirus ha sorprendido a muchos analistas veteranos del sector, con precios que recientemente se dispararon a un máximo de siete años a pesar de que las principales fuentes de consumo tradicionales, como las joyas, experimentan una gran caída de las ventas.
La joyería normalmente representa más del 52% de la demanda de oro. Sin embargo, las cifras del World Gold Council (WGC) indican una caída interanual del 65% en el mercado minorista de oro en China, el mayor fabricante de joyas del mundo, así como una caída similar en el otro importante mercado mundial de joyería: India. La realidad hoy es el cierre de minas de oro y la demanda del oro como refugio seguro.
Los datos de S&P Global Market Intelligence de abril indicaron que unas 20 minas en los principales países productores se vieron obligadas a cerrar debido a la COVID-19 y la actual incertidumbre económica podría continuar produciendo niveles sin precedentes de estímulo de los bancos centrales en todo el mundo.
Al mismo tiempo, las aplicaciones emergentes para las propiedades únicas del oro continúan agregando nuevos mercados finales más amplios en diversos sectores, como la medicina, la electrónica y la industria de alta tecnología. Las nanopartículas de oro, por ejemplo, están experimentando un uso cada vez mayor en todo, desde la detección y el tratamiento de enfermedades hasta las células solares y los sistemas de filtración de mayor eficiencia.
Las partículas y los circuitos pequeños pueden no parecer un gran problema cuando medimos el mercado mundial del oro por tonelaje. Pero, con aplicaciones clave en sistemas críticos como la filtración de agua a escala municipal y componentes electrónicos de consumo robustos / de alto rendimiento, el aproximadamente 16% de la producción mundial que actualmente consumen estos mercados finales crece constantemente cada año.
Autor: Jack Grimshaw. Texto adaptado y traducido de Mining Global 2020. Traducido por GĚRENS, Agosto 2020.
Así como el oro tiene un crecimiento porcentual en la demanda por Covid 19, tú también puedes analizar situaciones similares y obtener un criterio holístico sobre los costos de producción en cada etapa del ciclo de la vida del proyecto u operación minera. Aprende cómo con el programa Gestión de Costos en el Ciclo de vida de la mina. Entérate de más aquí.